
Hola a todes, veo que la web anda volviendo a animarse con nuevos relatos y usuarios.
Quería escribir un relato ayer soñado , no lucido pero que me chocó bastante la atención y me dejó un poco perplejo.
Me descubro en un lugar, oscuro, tenebroso, con maraña, parece una selva o jungla, lianas o arbustos, trepaderas, zarzas, cuelgan y lo hace ver muy tupido, con poca luz solar llegando ; de repente desde el agujero de un tronco de un árbol bien grande, o tal vez la entrada de una caverna, no recuerdo bien, aparece una bruja, aunque no tiene la apariencia de la típica vieja, fea, haraposa, si un aire a ello, me ofrece una tarántula para comérmela; la sostiene entre las manos que los extiende y acerca a mi; alegando que es un manjar, que lo coma; yo me niego ,aun sabiendo que ciertas tribus asi lo consideran, pero está viva y no me hace ni una gracia comérmela así. La tarántula empieza a desplazarse por los brazos arriba dando espirales apareciendo y desapareciendo del cuerpo de la mujer hasta verla esconderse por la espalda de la anciana, ella viendo mi negativa con un “está bien” acepta y desaparece entrando en la cavidad de donde salió de la misma forma y manera , de frente hacia mi.
Cambio de repente de escenario a un llano extenso, pradera mas bien , un día claro aunque sin sol, mas bien triste, y algo frío; con una casita de tejado rojo y pared color arido, los de una sola planta y chimenea, la idílica de las pelis; un camión de bomberos y unos cuantos, 3 o 4, hablando entre nosotros, aunque yo no lo fuese, estabamos debatiendo como si yo fuese un igual a ellos; la cosa de acaloraba e insistía que el río iba crecer; no me creían y se cerraban de brazos, diciendo que eso no podía pasar señalando con el brazo al Horizonte.
De repente creció el nivel del agua anegando el llano, con la rodillas sumergidas, las casa la puerta abierta y con los bomberos dentro me dirigí hacia ellos , recriminandoles lo ocurrido, me empezaron a dar excusas mientras manejaban las mangueras me hicieron virar la mirada hacia algún lugar y al volverla los vi marchándose en una lancha inflable y abandonandome allí solo atónito.













