Viaje astral. Consejo se mi guía

  1. Hola, compañeros de viaje. Veréis, hace un año hice un curso sobre técnicas para salir al astral, que no me aportó gran cosa, pero lo cierto és, que al centrarme en el tema del viaje astral, y poner la intención, conseguí salir un par de veces. En la primer salida, estaba durmiendo, me senté en la cama y me vi transparente. Y comprendí que me había desdoblado. Yo sentí euforia por haber salido. Al principio, estaba todo oscuro. Me miré los pies y me vi moviendo los pies a un palmo del suelo, como pataleando un poco en el aire. Los veía con una silueta de energía blanca alrededor. Intenté hacer el protocolo de ejercicios del curso y ponerme de pie en el suelo, pero no podía. Además no me acordaba de casi nada del protocolo.(perder la memoria de lo que has programado, es un síntoma común del viaje astral). Mi cuerpo flotaba como un globo de gas, y no podía controlarlo. En seguida me vi pegada al techo, flotando. Giré la cabeza y vi que la persiana de la ventana de mi habitación estaba subida y entraba mucha luz. Sin darme tiempo a pensar ni dar ninguna orden, una fuerza casi agresiva, me sacó por la ventana y empecé a volar sobre las calles de un pueblo. Al principio noté una presión en los ojos y, como veía borroso. Pero enseguida empecé a ver bien. Veía a la gente que estaba por debajo de mí, que iba caminando, que estaban borrosos y ellos no me veían a mi. Quizá estabamos en distintos planos. Pero sí vi claramente un anciano con un sombrero, sentado en una silla, en la calle, que levantó la cabeza y el me vió a mí y yo a él. Giré a la derecha y vi un callejón oscuro y pensé: ahí no me meto. No me fío. Entonces giré a la izquierda y volví a pasar al lado de anciano, y él me dijo con mucha tranquilidad : el semaforo todavía está en amarillo. Allí no había ningún semaforo. En ese momento no entendí el mensaje. Seguí volando y me giré a volver a mirar al viejo, pensando que podía ser mi guía. Lo miré y se convirtió en un perrito y el perrito se convirtió en una polilla. Me extrañé un poco, pero no le dí importancia y seguí volando. Me di cuenta que estaba atardeciendo. Se estaba poniendo el sol. Perdí un poco el interés por la experiencia porque no sabía que hacer ni donde ir, y debido a eso, me desperté.
  2. Quiero decir, que cuando desperté y analicé la experiencia, saqué la conclusión de que el mensaje de ese ser, : el semáforo está en amarillo, quería decir que me faltaba poco para estar preparada, pero el semáforo aún no estaba en verde. Como que me faltaba un poquito, para conseguir alguna cosa, o que se me diera acceso a algo.
  3. EN mi otra salida, que fué anterior a esta, me vi viajando dentro de una esfera transparente. Volaba sobre un lago transparente y nítido. Podía ver con detalle todo por encima y por debajo del agua. Me pareció alucinante que desde una distancia considerable, osea desde la esfera, pudiera ver de tan cerca el fondo del lago. Era como si tuviera el fondo a un palmo de mis ojos. También había como una plantilla blanca de líneas y puntos a un metro más o menos sobre el agua, que se extendía por todo el lago. Se veían las imágenes más nítidas que en el plano físico y los colores más intensos.

4 Comentarios

  1. miguelmadrid 22 julio 2020 at 08:31

    Muy interesante @soledadsaez , creo que lo del semáforo lo has interpretado bastante bien , seguro sea eso que dices, habrá que seguir para ponerlo en verde.
    ¿Cuales son tus técnicas actuales para las salidas y cada cuanto consigues salir? Creo que eres una usuaria experimentada y quiza tus experiencias nos puedan ayudar, cuentanos más!

    1. soledadsaez 22 julio 2020 at 16:53

      Hola, Miguel. Agradezco tu comentario. Tú ya vienes con el trabajo hecho, seguramente en vidas pasadas. Yo tengo que trabajármelo en esta.
      Mi primer contacto con el viaje astral, fue hace unos 25 años, cuando empecé a meditar. Al poco tiempo de empezar a meditar, se dispararon estas experiencias de forma incontrolada. En una ocasión llegué a tener tres viajes astrales distintos en la misma noche. Al ser incontrolados yo, lo pasaba mal. Pasaba mucho miedo, a veces me costaba muchos intentos regresar de nuevo a mi cuerpo físico, el acoplamiento de los cuerpos al regreso, a veces era muy molesto, con una vibración metálica muy fuerte y desagradable.
      Otras veces la velocidad a la que viajaba era tan rápida, que cuando volvía a vigilia, estaba todo el día con nauseas, como con mareo de barco, pero ya en vigilia.
      Otras veces regresaba con taquicardias. (contaré alguna de estas experiencias ).
      Total, que lo pasaba mal. Le comenté todo esto a mi profesora de meditación, y me dijo: si lo vives así, és porque quieres, porque has elegido vivirlo así. Yo le contesté : pues, ya no quiero.
      Desde ese mismo día, las experiencias desaparecieron.
      Me costó mucho volver a tenerlas. Porque me apasiona viajar en el astral. Me siento como si si siempre hubiera vivido en ese plano, y ahora de repente ¿no lo controlo?… No, no, no, esto no puede ser. Me siento totalmente impotente en este plano físico.
      No puedo entender como me cuesta tanto acceder ahora al astral, a pesar de que he revertido la orden (ya no quiero) que bloqueó los viajes.
      Todos los días recuerdo mis sueños normales, que también son importantes, pero me gustaría que fuesen lúcidos, claro está. Porque en sueños normales à veces entramos en bucles repetitivos, donde todo cambia de forma a cada instante, y nunca consigues encontrar o ir donde deseas. Es desesperante. Te sientes una marioneta. Sí he conseguido controlar o transformar las pesadillas. Porque este período inicial de viajes astrales incontrolados, fué en realidad toda una lección para eliminar miedos. Yo le llamo la cura de miedos, porque llegué a hartarme tanto de pasar miedo, que llegué a mi límite de hartura. Y desde ese momento que grité : ¡ ya estoy harta de pasar miedo!!!!!. A partir de ahí aprendí a manejar las pesadillas y los viajes astrales. Las pesadillas las transformo enfrentandome a ellas. En cuanto dejas de tener miedo y de huir, y te enfrentas a ellas, desaparecen. Para viajar en el astral, es imprescindible no tener miedo y no dudar en lo que quieres hacer.
      Ahora mis viajes son muy distintos. Controlo mucho más, y no tengo miedo, pero me cuesta mucho más salir.
      He conseguido salir con la técnica de poner el despertador a las 5 o 6 de la mañana, hacer 20 minutos de actividad física y volver a dormir. Pero ya no me funciona, porque mi cerebro ya conoce el truco. Ya no lo engaño. Necesito técnicas nuevas siempre. Si las repito, el segundo intento no me funciona.
      También me funcionó la técnica budista del acecho: consiste en que antes de quedarte dormido, tienes que acechar el sueño, como si fueras un león acechando su presa. Pero con esa técnica me cuesta mucho dormirme.
      Me funcionó una meditación que hay en youtube en un canal sobre experiencias personales de un chico que sale a menudo al astral, se llama David y el canal es: viaje al otro lado. Seguramente lo conoceréis, yo encontré este Diario Onírico gracias a él. És el video número 40.
      También salí 2 o 3 veces, antes y durante el curso de viaje astral, más que nada por la intención y prácticas nuevas.
      En cambio, la técnica de darte cuenta del momento en que te quedas dormido, aunque es parecida, a la del acecho, no me ha dado resultado. La técnica de repetir en vigilia todo el día, la pregunta ¿estoy soñañdo?, tampoco me funciona. La técnica de preguntarme en vigilia : ¿como me llamo? ¿Dónde estoy? ¿Qué estoy haciendo?, tampoco. La técnica de preguntarme en el sueño sí hay algo raro, o mirarme las manos y estirar los dedos, tampoco. (yo puedo ver un burro volando en sueños, y me parece de lo más normal).
      Hace muchos años, desde que se pararon los viajes incontrolados, que salgo muy poco al astral, no por falta, de ganas. Quizás por falta de energía o de técnicas nuevas. Quizás lo de salir al empezar a meditar también fué la novedad… No lo sé.
      He leído muchos libros sobre el tema, también. Sobre los, distintos planos, y los cuerpos, energéticos. (recomendaría : el arte de ensoñar, de Carlos Castaneda, y el plano astral de C. W. Leadbeater.)
      Bueno, me estoy alargando demasiado y os voy a, aburrir.
      Sólo decirte, Miguel, que mi “sueño”, siempre à sido conseguir lo que tu haces. Pero todavía no lo consigo. Supongo que lo tuyo viene de serie, pero si me puedes dar algunos consejos, te lo agradecería. Me gustaría poder salir a menudo al astral, o ser consciente en mis sueños, y aprovechar las horas de sueño para hacer cosas de provecho, como obtener información de los maestros y guías, ayudar a seres perdidos en el astral a encontrar su camino, despertar dones dormidos, aprender a manejar la energía, etc, en fin, hacer cosas de provecho.
      Bueno, yo me he animado a escribir. Ahora te toca a tí. Creo que eres mucho más experimentado que yo y estoy a la espera de que cuentes alguna experiencia. Seguro que tienes información muy interesante que contar. Anímate. Un abrazo.

      1. miguelmadrid 23 julio 2020 at 08:06

        Sí, me anirmaré a comentar más experiencias dentro de unos días. En tu caso si quizá te sirve como como consejo quizá al obsesionarnos tanto con las salidas creamos como un bloqueo que nos impide al final salir, a veces es mejor descansar un poco (sin llegar a perder el foco) pero dejarse llevar y que ocurra lo que tenga que ocurrir, a veces soltar nos impide llegar. Otro factor creo importante es la intención , ya nos contarás otras experiencias tuyas que creo también tienes mucho que contarnos jeje, un saludo

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